- Los problemas de hoy derivan de las “soluciones” de ayer: A menudo nos desconcierta la causa de nuestros problemas. cuando sólo necesitamos examinar nuestras propias solucione a otros problemas en el pasado. Las solucione que simplemente desplazan los problemas a otro parte de un sistema a menudo pasan inadvertidas porque, el primer problema no son lo mismos que quienes heredan el nuevo.
- Cuanto más se presiona, más presiona el sistema: El pensamiento sistémico tiene un nombre para este fenómeno: "realimentación compensadora". Hay realimentación cuando las intervenciones bien intencionadas provocan respuestas de sistema que compensan los frutos de la intervención. Todos conocemos la sensación de enfrentar la realimentación compensadora: cuando mas presionamos, más presiona el sistema; cuando más esfuerzo realizamos para mejorar las cosas, más esfuerzo se requiere.
- La conducta mejora antes de empeorar: Las intervenciones de "bajo apalancamiento" sería mucho menos seductoras si muchas de ellas no dieran resultados en el corto plazo. Se construyen casas nuevas. Se educa a los desempleados. Se salva la vida de niños hambrientos. Los pedidos aumentan. Dejamos de fumar, aliviamos la angustia de nuestro hijo, evitamos una confrontación con un nuevo colega. La realimentación compensadora habitualmente implica una "demora", un paréntesis entre el beneficio de corto plazo y el perjuicio de largo plazo. La respuesta donde las cosas mejoran antes de empeorar es lo que vuelve tan contraproducentes las decisiones políticas. Por "decisiones políticas" me refiero a las que e toman en virtud de factores que no obedecen a los mérito intríneco de diversso cursos de acción: factores como la extensión de nuestra base de poder, la "buena imagen" o "contentar al jefe".
- El camino fácil lleva al mismo lugar: Todos nos sentimos cómodos aplicando aplicando soluciones típicas a los problemas, ateniéndonos a lo conocido. A veces las llaves están bajo el farol, pero a menudo están en la oscuridad. Si la solución fuera visible u obvia para todos, tal vez ya la hubieran encontrado. La insistencia en soluciones conocidas mientras los problemas fundamentales persisten o se empeoran es un buen indicador de pensamiento asistémico, lo que a menudo llamamos el síndrome de "aquí se necesita un martillo grande".
- La cura puede ser peor que la enfermedad: A veces la solución fácil no sólo es ineficaz, sino adictiva y peligrosa. La consecuencia más insidiosa de la aplicación de soluciones asistémicas es que esas soluciones se necesitan cada vez más. Por eso la intervenciones gubernamentales mal concebidas no son sólo ineficaces sino "adictivas", en sentido de que incrementan la dependencia y reducen la aptitud de a comunidad local para resolver sus propios problemas.
- Lo más rápido es lo más lento: Esta es también una vieja historia: la tortuga e más lenta pero gana la carrera. Para la mayoría de los empresarios la mejor tasa de crecimiento es "rápida" o "rapidísima". Pero casi todos lo sistemas naturales, desde los ecosistemas hasta los animales, tienen tasas de crecimiento intrínsecamente óptimas. Lo mismo ocurre con las organizaciones. La tasa óptima es muy inferior al crecimiento más rápido posible. El pensamiento sistémico es más desafiante y más auspicioso que nuestra manera habitual de abordar los problemas.
- La causa y el efecto no están próximos en el tiempo y el espacio: Por debajo de todos los problemas mencionado se encuentran una característica fundamental de los sistemas humanos complejos: la "causa" y el "efecto" no están próximos en e tiempo y el espacio. Por "efectos" me refiero a los síntomas obvios que indican la existencia de problemas: abuso de drogas, desempleo, niños hambrientos, reducción de pedidos, mermar en las ganancias. El primer paso para corregir esa disparidad consiste en abandonar la noción de que causa y efecto próximos en tiempo y el espacio.
- Los cambios pequeños pueden producir resultados grandes, pero las zonas de mayor apalancamiento a menudo son las menos obvias: Algunos denominan al pensamiento sistémico la "nueva ciencia del desconsuelo", pues enseña que las soluciones más obvias no funcionan. En el mejor de los casos, introducen mejoras de corto plazo que luego empeoran la situación. Pero esta moneda tiene otra cara. El pensamiento sistémico también enseña que los actores pequeños y bien focalizados a veces producen mejoras significativas y duraderas, si se realizan en el sitio apropiado. Los pensadores sistémicos lo denominan "principio de a palanca".
- Se pueden alcanzar dos metas aparentemente contradictorias: A veces, los dilemas más enredados dejan de ser dilemas cuando se ven desde la perspectiva sistémica. Son productos de un pensamiento por "instantáneas" y no por proceso, y aparecen bajo una nueva luz cuando se piensa conscientemente en el cambio a través de tiempo.
- Dividir un elefante por la mitad no genera dos elefantes pequeños: Los sistemas vivientes poseen integridad. Su carácter depende de a totalidad. Lo mismo vale para las organizaciones; a compresión de la mayoría de los problema administrativos requieren ver la totalidad del sistema que genera dicho problema.
- No hay culpa: Solemos culpar a la circunstancias externa por nuestro problema. "Alguien" -lo competidores, la prensa, el ánimo inconstante del mercado, el gobierno- ni perjudicó. El penamiento sistémico muestra que no hay nada externo; nosotros y la causa de nuestros problemas formamos parte de un solo sistema. La cura radica en la relación con nuestro "enemigo."
sábado, 30 de agosto de 2014
El Pensamiento de Sistemas
LAS LEYES DE LA QUINTA DISCIPLINA
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